miércoles, 31 de marzo de 2010

¿ FELICIDAD ?

Extraño concepto, anhelado y perseguido por el ser humano hasta casi la extenuación, buscando un bienestar continuado utópico.
Por lo general, nuestra sociedad basa la felicidad en lo material, confundiendo confort, seguridad, tranquilidad económica y posesiones acumuladas como baremo de la misma. Y aún siendo una realidad y acierto el dicho: "El dinero no da la felicidad, pero ayuda", tan veraz es que basar nuestro ¿placer?, por llamarlo de alguna forma, exclusivamente en el mismo nos lleva a la fustración y sufrimiento máximo cuando no conseguimos nuestros deseos, normalmente prescindibles aunque lícitos.
¿Implica la afirmación anterior no ser ambicioso? NO. El marcarse metas, logros u objetivos es necesario y aplicable a cualquier aspecto de la vida. (Un secretillo, me encantaría tener aunque sea para quitar el polvo los días de fiesta un Porsche Carrera negro). El problema no es querer, sino disfrutar de lo que ya tienes. (Por esa razón, aunque no poseo un auto de tropocientos caballos superchuli, tengo un H1, cómodo de 100 caballitos que me lleva igualmente a donde deseo y necesito).
No es malo querer y ambicionar, es erróneo obsesionarse y estar disconforme. Valorar nuestras necesidades y posibilidades reales en cada momento nos permitirá avanzar paulatinamente hacia la meta final. Buda decía: "No mires más allá de un metro cuando camines. Cuando avances ese metro verás el siguiente."
Además ahora, haciéndonos conscientes de lo anterior, el mundo occidental busca en la espiritualidad la panacea y el contrapunto a conseguir la FELICIDAD, cometiendo el mismo error que con lo material: la obsesión y el desequilibrio, todo lo contrario a lo pretendido. Aumentamos nuestro desasosiego y sufrimiento.
Quizás lo que deberíamos de entender es que la vida como tal se compone de finitos momentos continuos -contemplativos, espirituales, banales, importantes, materiales, meditativos, cruciales o de cualquier sentido o condición. Cada uno de ellos nos aportará una sensación: positiva o negativa -o las dos simultaneamente, como valor neutro, ni fu ni fa.
En tal caso, la felicidad prodría ser aquello en la que la suma de momentos positivos fuera superior a los negativos. Lo que si implica esto es que la felicidad continua no puede existir, pero esta en nuestras manos ya que...
"VIVIMOS COMO SOMOS" y
"SOMOS LO QUE QUEREMOS Y PENSAMOS"
NAMASTE

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